domingo, 27 de noviembre de 2011

Un Método Peligroso


Hoy vi 'Un Método Peligroso', soberbia última película de D. Cronenberg. Una especie de anti-melodrama, donde las feroces pasiones de los personajes fluyen como torrentes de fuego por detrás o debajo de la puesta en escena: limpia, estática, racional, y que simula tener todo a la vista, en foco, remarcando así todo lo que no se puede ver. Algo similar me decía Peter sobre 'La Piel que Habito', con la cual, en este sentido, guarda fuertes relaciones.


Comparto con JAB de Escrito en el Viento:
En Un método peligroso todo está bien medido, todo es contención, empezando por los actores; los enormes Viggo Mortensen y Michael Fassbender aportan la frialdad analítica y la moderación expresiva que requieren sus personajes, Freud y Jung, respectivamente; el calor y la pasión los aporta Keira Knightley, especialmente al principio, con su personaje “distorsionado” por la histeria. Se trata de una película que esconde más de lo que muestra, que sugiere en vez de enseñar, que sienta las bases de la ruptura entre aquellas dos mentes del psicoanálisis.
Enormes los actores, indeed. Y el desenlace es el plano de terror más discreto de la historia del cine.

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