domingo, 20 de febrero de 2011

El cine según Joris Ivens



El documental

El documental es la expresión de la realidad en su aspecto causal e inevitable. Constato sobre todo que el documental es el único medio que le queda al cineasta de vanguardia para luchar contra la Gran Industria. El cine de vanguardia es un cine que tiende a provocar el interés y la reacción del espectador. Y llamo cine de vanguardia al cine que toma la iniciativa del progreso y la mantiene. Que es mensajero de la sinceridad cinematográfica. El documental es el medio positivo dejado al cineasta de vanguardia para trabajar y expresar lo mejor de sí mismo en cuanto portavoz de la expresión de la masa, de la expresión popular en su obra.

El documental no es solo documentación, es diálogo con el público.

El documental no es solo una serie de filmaciones «de la realidad». Es la realidad organizada en forma artística y dramática, con la finalidad de decir la verdad.

Alguien nos ha definido como los cronistas modernos: esta definición no es totalmente exacta, porque no se trata solamente de describir los hechos, sino de criticarlos, de juzgarlos.

La verdad

¿Cuál debe ser la expresión artística de la verdad? ¿La verdad de la vida de frente a nuestras cámaras o en cambio la verdad como expresión de nosotros mismos?

Con las actuales posiblidades de una observación rápida y de una gran agilidad en los movimientos, se corre el riesgo de quedarse solamente en la superficie de la verdad: rozar la realidad en lugar de penetrarla o limitarse a mostrarla sin auténtica fuerza, sin audacia ni potencia creativa. Otro peligro es el de limitarse a una concepción estática de la verdad y no darse cuenta que cuando se siguen en modo activo los hechos y los personajes, los aspectos de la verdad cambian. Y es en la edición que se corren otros riesgos, porque allí se vuelve fácil mentir, consciente o inconscientemente.

La batalla

A veces, para mí trabajar en un documental es como una batalla. Y el enemigo (¿o queremos llamarlo la presa?) es imprevisible, no se sabe nunca lo que hace y cuándo lo hace. Yo estoy a su disposición, lo espero en la trampa, siempre listo a aceptar sus regalos, a estar disponible si me quiere.

En otros términos, después de largos períodos de observación, un director tiene su línea general en la mente. Pero debe estar preparado a coger de sorpresa todo lo nuevo que puede suceder. Si el acontecimiento no tiene interés se le eliminará en la edición. La cámara debe estar siempre en acción.

Vídeo

Hay que descubrir las posibilidades de los nuevos medios técnicos, especialmente el vídeo, instrumento para intervenir rápidamente, instantáneamente, en el mismo momento en el cual se está desarrollando una situación crítica. Un instrumento de comunicación y de agitación directa, en el puesto: es al cine como las armas ligeras a las artillerías pesadas. La experiencia vietnamita me ha enseñado a no contar nunca antes de haber entendido.

Participación

Hay que estar ligados estrechamente con los hombres que luchan por la libertad, por la independencia y sentir realmente con ellos todas sus penas, toda su fuerza, todas sus aspiraciones y toda su alegría; tratar de estar unido a todo esto, de descubrir los elementos que para estos hombres son normales y ordinarios y valorizarlos en su significado político extraordinario, que está en la dirección del futuro.

Se trata de participar activamente en los acontecimientos. Hacer revivir los hechos y las luchas del hombre moderno. Esto implica la responsabilidad social de nuestro arte. No somos solamente artistas o especialistas, sino hombres conscientes que toman parte en el desarrollo histórico de su propio país y de su propio pueblo.

Forma y contenido

Nunca razonamos (obviamente) así: de una parte está el contenido político, y en la otra parte, la forma. Son cosas que se encuentran íntimamente coaligadas entre sí de manera dialéctica.

Sigue aquí.

-Del libro: Cine en vivo: 70 directores hablan de cine, de Diego Tapia Figueroa

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