sábado, 25 de febrero de 2012

Líquidos

Un tocayo comparte un pasaje de Zygmunt Bauman. Yo le agradezco.
Desde el mundo “moderno líquido”: es decir, desde el mundo que compartimos usted y yo, el autor de las cartas que siguen y sus posibles/probables/esperados lectores. El mundo que denomino “líquido” porque, como todos los líquidos, no se mantiene inmóvil ni conserva mucho tiempo su forma. En este mundo nuestro todo o casi todo cambia constantemente: las modas que seguimos y los objetos de nuestra atención (una atención constantemente cambiante, hoy alejada de las cosas y los acontecimientos que la atraían ayer, y mañana alejada de las cosas y los acontecimientos que hoy nos estimulan), lo que soñamos y lo que tememos, lo que deseamos y lo que aborrecemos, los motivos que infunden esperanzas o los que suscitan preocupación.

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